Control de Plagas en Museos: Protección para el Patrimonio Cultural
En Plagas Ibérica somos especialistas en control de plagas en museos y espacios culturales. Entendemos que una infestación no solo compromete la salud pública, sino que puede causar daños irreparables a obras de arte, documentos históricos y elementos arquitectónicos únicos. Por eso, aplicamos tratamientos seguros, discretos y específicos, diseñados para proteger tanto a los visitantes como al patrimonio.
¿Por qué es vital el control de plagas en museos?
Las plagas en museos no solo deterioran el valor artístico e histórico de las piezas, sino que también pueden afectar la integridad estructural del edificio. Insectos xilófagos, roedores, ácaros y hongos son algunas de las amenazas más comunes.
Nuestros servicios están orientados a:
Proteger objetos de valor incalculable (textiles, papel, madera, pigmentos).
Garantizar la seguridad de visitantes y trabajadores.
Cumplir con normativas sanitarias y estándares de conservación preventiva.
Tratamientos Personalizados para Museos y Centros Culturales
Cada museo requiere una estrategia de control diferente. En Plagas Ibérica diseñamos planes a medida que respetan las dinámicas del entorno, los materiales sensibles y la afluencia de público. Nuestro proceso incluye:
Inspección técnica especializada: Evaluamos instalaciones, salas de exposición, archivos y almacenes.
Identificación de la plaga: Insectos rastreros, xilófagos, roedores, hongos o ácaros.
Establecimiento de umbrales de acción: Determinamos cuándo y cómo intervenir.
Tratamientos específicos: Aplicamos técnicas no invasivas con productos certificados para espacios culturales.
Prevención continua: Implementamos barreras físicas, monitoreo regular y pautas de conservación.
Informes técnicos detallados: Entregamos documentación completa de cada intervención, válida para auditorías y procesos de calidad.
Plagas más comunes en museos y archivos
Carcoma, termitas y escarabajos: Dañan madera, lienzos y marcos.
Polillas y pececillos de plata: Atacan textiles, libros y manuscritos.
Roedores: Contaminan con orina y excrementos, deterioran estructuras.
Hongos y moho: Proliferan con la humedad, afectan pinturas y papel.
Ácaros: Comprometen fibras textiles y pueden afectar la salud.
Insectos voladores y aves: Dejan residuos corrosivos y nidos en áreas críticas.